En tres años se construyó el 60% de la obra que solo había avanzado un 40% en 10 años.

Mandatario ordena construcción de las obras complementarias inmediatamente, éstas son: Línea mixta de agua potable y para riego de zonas agrícolas, dos turbinas de geraracion hidroeléctricas.

Azua. – El presidente Luis Abinader inauguró este jueves el embalse de la presa de Montegrande, un importante hito logrado en tan solo tres años y que constituye la mayor obra hidráulica del Caribe permitiendo así el desarrollo sostenible de la Región Sur y la mejora de la calidad de vida de la gente.

El mandatario destacó que esta obra ejecutada por el Gobierno a través del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) y con el apoyo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), no solo beneficiará a miles de dominicanos a través del suministro de agua potable, sino que también impulsará el crecimiento económico dando seguridad y tranquilidad a la zona.

«El día de hoy es muy importante para los habitantes de la región sur del país y especialmente a los habitantes de las provincias de Bahoruco, Azua, Independencia y Barahona . Hoy entregamos finalizado el embalse de la Presa de Montegrande, un sueño de décadas hoy lo estamos entregando», manifestó Abinader.

Al recordar que el inicio de esta obra fue en julio del 2010, hace trece años, dijo que al llegar al gobierno en agosto del 2020, la obra solo había avanzado en un 40% y que en tres años, con pandemia e inestabilidad económica internacional, ejecutaron el 60% de esta infraestructura. «Eso es compromiso y eficiencia, pero también es realidad».

El jefe de Estado expresó que esta presa representa un avance en la seguridad hídrica del país y además, es una obra vital para la mitigación de inundaciones que brindará inmediata seguridad a las más de 51 comunidades del suroeste, históricamente afectadas por las crecidas del río Yaque del Sur, entre ellas: Jaquimeyes, Palo Alto, Vicente Noble, Cabral, Canoa, y de otras demarcaciones aguas abajo, que sufrían pérdidas irreparables ante crecidas del afluente a su paso por las provincias Barahona y Bahoruco.